Conclusiones

El trabajo ha llegado a un punto donde desde el punto de vista teòrico poco más se podría haber sacado. Pero, en la aplicación practica, hemos empezado una carrera en la que nos quedan unas cuantas etapas todavía hasta la meta. De momento hemos visto que posibilidades ofrece cada una de las tres vías y sería interesante poder seguir adelante con ellas para ver qual de ella da mejores resultados.
Aun así, hay conclusiones que podemos sacar de la investigación realizada para este proyecto.

-Por una parte, la información es muy confusa sobre el tema. La administración pública pretende promocionarse ante la opinión pública como innovadores y con muchas soluciones alternativas frente al problema de la vivienda. Pero, más allá de unas ideas bonitas de propaganda, no hay nada. No hay planes ni soluciones reales para poner en marcha realmente un caso de masoverìa. Hace falta más información y de mejor calidad, así como solucionar algunos asuntos que la ley deja en el aire: las contraprestaciones fiscales que recibirá el cedente, cómo se podría incluir efectivamente en la política de vivienda de protección oficial, etc…
El marco legal que hemos encontrado plantea la masovería como un caso más, totalmente adaptado a la legalidad, contemplado por la administración y con los derechos y ayudas que eso conlleva, pero a la práctica la situación es totalmente diferente, en los diferentes puntos de información de acceso a la vivienda la palabra masovería es un término muy extraño que pocos saben que significa, si se puede llevar a cabo y el marco legal que lo contempla, y eso es simplemente porque no se ha querido implantar, porque es el único paso que falta.

-Hemos observado que, con todas sus dificultades, la masovería es posible en el ámbito rural. Pero las dificultades son mucho mayores cuando se intenta implementar en la ciudad. La poca fiabilidad de los contratos de masovería y la especulación inmobiliaria, hacen desconfiar a los propietarios de las viviendas.
Eso no hace pensar que para llevar a cabo la masovería en la ciudad la mejor opción es la vía privado-privado, que es como se hacía tradicionalmente en el campo, el payés acordaba el arrendamiento directamente con el propietario de la finca o la masia, sin intervención de la administración, incluso siendo muchas veces acuerdos verbales. De hecho, ese proceso se puede llevar a cabo a pequeña escala, porque es un simple trueque, un acuerdo por el que las dos partes se benefician. Pero lo realmente importante sería que la administración tomara parte en este asunto, ya que es ella únicamente la que puede hacer que este sistema se generalice y pueda potenciarse, llegando a todo tipo de colectivos de las dos partes, hace falta que la masovería se oficialice y pase a ser una opción totalmente viable, sobretodo para propiedad que es más reticente en este tipo de acceso a la vivienda.

-Queremos creer que, frente a las muchas dificultades y obstáculos que pueda haber, poner en práctica la masovería urbana es posible. La cantidad de viviendas vacías que existen en la ciudad donde la administración todavía no es capaz o no quiere dar soluciones, junto a la cantidad de personas que existe sin unas condiciones para alquilar o comprar una vivienda (parados, estudiantes…), creemos que puede ser una buena solución para viviendas degradadas donde el propietario no pueda hacerse cargo de los gasto que ello supondría.

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